Las quemaduras de sol se producen principalmente por la exposición a los rayos ultravioleta del sol, que pueden terminar en quemaduras de primero y segundo grados.
Quemaduras más profundas pueden resultar por el uso descuidado de lámparas de sol. A pesar de que las quemaduras de sol rara vez requieren hospitalización, pueden ser muy dolorosas y aumentar la posibilidad de desarrollar cáncer en la piel.
Síntomas:
- Quemaduras de primer grado:
- Enrojecimiento
- Hinchazón moderada
- Malestar moderado
- Quemaduras de segundo grado:
- Enrojecimiento profundo
- Hinchazón
- Malestar considerable
- Formación de ampollas.
Tratamiento de quemaduras de sol:
- El primer objetivo es aliviar el dolor.
- Use aplicaciones de agua fría o de agua del grifo.
- Aplique un vendaje seco y estéril.
- Utilice remedios caseros adicionales, según lo indicado por el médico.
- Vigile al paciente para un posible caso de shock.
- Cualquier persona con una quemadura extensa (10 por ciento o más de la superficie del cuerpo en un niño y 15 por ciento o más en un adulto) debe visitar al médico.
- Cualquier quemadura con ampollas grandes debe ser tratada por un profesional médico.
- Si las ampollas se revientan, aplique un vendaje seco y estéril.
- Ofrézcale al paciente agua fría si tiene sed — nunca líquidos que contengan alcohol
Cuando esté afuera use un bloqueador solar con un alto factor de protección, preferiblemente uno que sea a prueba de agua. (Mientras más alto sea el factor de protección, más tiempo puede permanecer bajo el sol sin volverse a aplicar la loción.)
El tiempo entre la exposición al sol y la aparición de síntomas es de 4 a 12 horas usualmente. Nunca se quede dormido mientras esté tomando un baño de sol. Para prevenir quemaduras de sol, planee con anticipación y aléjese de la luz directa del sol.