La piel ofrece una capa natural de protección para el cuerpo humano. Debemos asegurarnos de proteger nuestra piel, para que ella pueda hacer su trabajo de ayudar a mantenernos saludables.
Peligros para la piel:
- Quemaduras.
- Cortes, chuzones, raspones, golpes y otras heridas.
- Dermatitis.
- Sensibilización.
- Absorción de materiales peligrosos a través de la piel, causando problemas en otras partes del cuerpo.
- Congelación y otras consecuencias de la exposición al frío.
Consejos para la protección de la piel:
- Evalúe los peligros potenciales para la piel, antes de comenzar un trabajo.
- Cuando utilice productos químicos, use los materiales menos peligrosos que le permitan hacer el trabajo.
- Revise la etiqueta y la Hoja de Datos de Seguridad del Material, antes de usar químicos peligrosos.
- Mantenga los recipientes de productos químicos cerrados cuando no los esté usando.
- Use la ropa de protección prescrita; inspeccione su condición antes de usarla; cubra la mayor parte posible de la piel potencialmente expuesta.
- Cubra cortadas y raspones con vendajes, si es posible, antes de usar el equipo de protección personal.
- Siga los procedimientos de seguridad establecidos.
- Lave muy bien las áreas de exposición potencial con agua y jabón (y seque) antes de comer, beber o aplicar cosméticos, y al final de cada jornada de trabajo.
- No limpie la piel con disolventes o detergentes industriales.
- Retire rápidamente el equipo y ropa contaminados.
- Limpie y enjuague el equipo personal de protección, después de cada uso.
- No comparta el equipo personal de protección, a menos que haya sido muy bien lavado y desinfectado.
- No guarde los guantes con la parte interior hacia afuera.
- Informe rápidamente cualquier herida relacionada con la piel, problemas o exposiciones; busque atención médica cuando sea conveniente.